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Día Contra la Hepatitis C

El 1 de octubre se celebra del Día Contra la Hepatitis C. Además de este tipo hay otros cuatro definidos por la comunidad científica: A, B, D y E.

Los cinco tipo de virus son la causa más frecuente de hepatitis, aunque también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (alcohol o algunas drogas) o enfermedades autoinmunes.

Más de 170 millones de personas en el mundo están infectadas por el virus de la hepatitis C.

El 1 de octubre se celebra el Día de la hepatitis C, una enfermedad que afecta a más de 170 millones de personas en el mundo, infectadas por este tipo de virus.

La hepatitis es una inflamación del hígado, una afección que puede remitir espontáneamente o evolucionar hacia una fibrosis, una cirrosis o, incluso, un cáncer de hígado. Los virus de la hepatitis son la causa más frecuente de hepatitis, que también pueden deberse a otras infecciones, sustancias tóxicas (como el alcohol o algunas drogas) o enfermedades autoinmunes.

Casi la mitad de los casos de hepatitis C  el 20% desarrollará cirrosis en los 10 años posteriores al contagio, mientras que el 40% de los pacientes con cirrosis presenta un infección crónica por el virus C. De ahí que se correlacionen las dos patologías.

Otra infección que va unida, en muchas ocasiones a la hepatitis C es la del virus del sida (VIH). La presencia ambas infecciones favorece una evolución más negativa de la enfermedad.

Y ¿cómo se contagia el virus de la hepatitis C?

La hepatitis C no se puede contagiar a menos que la persona tenga contacto directo con la sangre infectada. Esto quiere decir que una persona infectada con este virus no puede pasarlo en un contacto casual, ni al toser, dar la mano, ni besar o compartir utensilios para la alimentación. Tampoco en piscinas o baños públicos. Generalmente, se contagia a través del contacto directo con la sangre de una persona que tiene la enfermedad. En raros casos, la hepatitis C se puede transmitir de la madre a su bebé antes del parto. Este virus se puede transmitir durante las relaciones sexuales, al compartir hojas de afeitar y cepillos de dientes, aunque estos casos son también raros. Muchas veces, la causa de la hepatitis C no se encuentra nunca.

¿Cómo evitar el contagio de hepatitis C ?

Teniendo en cuenta que no existe ninguna vacuna disponible que proteja de la hepatitis C, así que la información juega un importante papel.

1.- No compartir utensilios que puedan causar hemorragias, como cuchillas de afeitar, artículos de manicura o cepillos de dientes.

2.- Cubrir heridas abiertas para reducir el riesgo de exposición a sangre infectada.

3.- En las relaciones sexuales, utilizar siempre preservativo en las prácticas de riesgo y si se tienen varias parejas.

4.- En caso de estar infectado, informar a las personas con riesgo para que tomen precauciones, como el caso de personal de enfermería al practicar analíticas de sangre; también en el caso de practicarse una colonoscopia.

5.- En el caso de los tatuajes, cuidado con que la tinta que se utilice esté abierta en el momento de la práctica. En caso de ser portador del virus C, informar también al profesional tatuador.

Pero, el virus C de la hepatitis no es el único, hay otros que también han sido identificado por la comunidad científica; cuatro más, en concreto aparte del C, como son los A, B, D y E. Todos causan enfermedades hepáticas.

  • El virus de la hepatitis A casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. En muchos casos la infección es leve, y la mayoría de las personas se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras por este virus. Sin embargo, las infecciones por este tipo de virus también pueden ser graves y potencialmente mortales. Se cuenta con vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección, aunque todavía en países en vías de desarrollo, que presentan deficiente saneamiento de sus aguas, siguen presentando con frecuencia este tipo de infección
  • El virus de la hepatitis B se transmite por la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infecciosos, así como la madre infectada al bebé en el parto. Otra posibilidad es la transmisión mediante transfusiones de sangre y productos sanguíneos contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones médicas y el consumo de drogas inyectables. El riesgo de contagio también se plantea para el sanitario cuando este sufre pinchazos accidentales de aguja mientras asiste a personas infectadas por el virus. También existe una vacuna segura y eficaz para prevenir esta infección.
  • Las infecciones por el virus de la hepatitis D solo ocurren en las personas infectadas con el tipo B; la infección simultánea por ambos virus puede causar una afección más grave y tener un desenlace peor. Hay vacunas seguras y eficaces contra la hepatitis B.
  • El virus de la hepatitis E, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Causa común de brotes epidémicos de hepatitis en las zonas en desarrollo y cada vez se le reconoce más como una causa importante de enfermedad en los países desarrollados. Se han obtenido vacunas seguras, pero no tienen una amplia distribución.
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